Desinformación. Cuando existe esta particularidad en un ámbito muy amplio, se pierde la credibilidad de quienes están encargados en conducir y organizar. Algo de esto está sucediendo en el extenso mundo del fútbol de veteranos.
La apropiación de información es un pecado recurrente de quienes se autoproclaman dueños no sólo de los datos que deberían ser públicos, sino también patrones del grupo -en este caso Asociación- que, momentáneamente, toca encabezar.
En toda conducción se necesita pragmatismo y firmeza para marcar un rumbo y establecer un ordenamiento. Pero si esas características se transforman en autoritarismo, se toma el camino menos aconsejable, tanto para los conducidos como para el conductor.
Entonces, si falla el canal comunicativo más directo -la reunión de CD con delegados- ya se ingresa en una pendiente complicada de detener.
Este jueves debería ser la reunión entre las partes y se aplazó. No se trataba de una más, sino de una de las más trascendentes habida cuenta del inicio de los cruces eliminatorios. Y como se señala, no se trataba de una común y corriente porque debía oficiar para que los delegados que tengan dudas respecto a cómo se armaron las llaves de cruces y el sistema de definición, las evacúen antes de salir a la cancha.
Parte de la dirigencia de la Asociación (4) viajó a Cipolletti para respaldar a los equipos que representarán a la Afusecri en el Torneo Nacional de clubes campeones. Eso está perfecto, porque siempre es necesaria la presencia dirigencial en estas competencias para solucionar potenciales inconvenientes administrativos de los equipos comodorenses que participan y también para establecer y profundizar lazos con la Federación Argentina de Fútbol de Veteranos (FAFUV).
El tema es que no hay claridad en lo doméstico, lo que incumbe a una enorme cantidad de personas que pagan mensualmente para contar no sólo con una competencia digna, sino también para estar informados de lo que van a jugar. No hay que descuidar lo propio.
Fixtures que se acortan por falta de previsión o lectura de fechas disponibles y torneos que cambian sistemas de juego sobre la marcha, le quitan jerarquía a la competencia.
Esto de la falta de información y lógica difusión de lo que pasa en el mundo del fútbol de veteranos, es una falencia recurrente que se debe corregir. Que la propia conducción de la Afusecri debe modificar, porque el desenlace de esta clase de desatinos, generalmente se termina pagando en las Asambleas.
Alejandro Carrizo