Por donde estaban los colores de Atlético Yupanqui, seguro andaba Enrique Latorre. En aquellos inicios cambiado y con pinta de buen jugador. Más acá en el tiempo, acompañando, siempre respaldando con la campera típica de Yupanqui.
Seguirá estando, seguro. En algún chiste o picardía que «Lato» solía hacer en las canchas o en el Complejo La Mata, lugar en el que conoció a infinidad de postulantes a futbolistas que despuntaban el vicio pateando la pelota como se podía.
Se ganó el aprecio y el respeto de todo Yupanqui. Por eso, este fin de semana, en cada cancha que juegue «su equipo», se hará un minuto de silencio, en memoria de un gran tipo.