Nos quieren engañar, nos envuelven con acciones y palabras para convencernos de que el futbol está muerto.
¿O vos qué te pensás? ¿No te parece que inventaron este virus maldito para quitarnos el futbol?. Ja, pobre de ellos. Muy pobrecitos estos que nos quieren quitar el futbol.
A vos, a mí, que crecimos escuchando el pique de una pelota, que aprendimos lo que es el compañerismo pasándosela a uno que está libre, que aprendimos de solidaridad cuando el defensor se fue al ataque y siempre alguno volvió para cubrirlo.
¿A nosotros nos quieren quitar el futbol? Que aprendimos de geografía averiguando dónde queda Islandia porque era rival de Argentina en Rusia. Que aprendimos de lealtad porque somos del mismo equipo en las buenas y en las malas.
Están locos estos que largaron el virus al mundo para quitarnos el futbol. No saben lo que es sentir felicidad plena cuando llegás justito a un cierre o cuando nuestro arquero gana un mano a mano sobre la hora para salvar el triunfo por uno a cero.
Ja!, nos quieren quitar el futbol y no saben que en un costadito del patio nos ponemos a hacer jueguito con alguna pelotita del hijo más chico.
Ya pasaron casi tres meses… Tres meses que no pisamos una cancha con camiseta, que no sentimos el ruido seco de un rebote en un poste, que no nos podemos abrazar para festejar una victoria más o compartir la desazón de la derrota. Jamás imaginamos tanto tiempo sin hacerlo.
Pero acá estamos!! Firmes aún…
Y nos quieren sacar el futbol. Mirá vos estos incrédulos. Qué saben de pasiones, de felicidad, de bienestar, de salud…!!
Dejálos nomás. No saben que el futbolista surge antes de nacer, que sigue una pelota antes de caminar y que sostiene las banderas hasta el último parpadeo.
Dejálos nomás, que el contagio más preciado ya está incrustado en nuestra sangre.